Érase una vez… a finales de los años 60 del pasado siglo, una acaudalada familia compra un enorme castillo: El Castillo de Sajazarra, una antigua y gran fortaleza con un pasado histórico.
El Castillo de Sajazarra
Esta monumental construcción data del S.XV cuando una primitiva torre del siglo XIII fue derruida para su edificación. Pasó por numerosos propietarios, sufrió grandes remodelaciones, fue un fuerte de enorme importancia.
Sus muros han escuchado numerosas historias y han sido escenario de múltiples contiendas entre los reinos de Navarra y Castilla.
El Castillo de Sajazarra es una fortaleza medieval situada en la localidad de Sajazarra, en la comarca de La Rioja Alta, en la región de La Rioja, en el norte de España. Este castillo, que data del siglo XV, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar de la región y está declarado Bien de Interés Cultural.
El Castillo de Sajazarra fue construido en el siglo XV por la familia Velasco, una de las familias nobles más poderosas de La Rioja en esa época. Se encuentra ubicado en lo alto de una colina, lo que le proporciona una posición estratégica con vistas panorámicas a los alrededores.
El Castillo de Sajazarra, además de ser una impresionante fortaleza medieval, también es conocido por la producción de vinos de alta calidad bajo la marca «Castillo de Sajazarra». Esta bodega, ubicada en las proximidades del castillo, se dedica a la elaboración de vinos que reflejan la riqueza y la tradición vitivinícola de la región de La Rioja.
La bodega Castillo de Sajazarra cuenta con viñedos propios situados en las colinas circundantes, donde se cultivan variedades de uva autóctonas como Tempranillo, Garnacha, Graciano y Mazuelo, entre otras. Estas uvas se cosechan a mano y se seleccionan cuidadosamente para garantizar la máxima calidad en la producción de vinos.
Entre los vinos que se producen en Castillo de Sajazarra se encuentran una amplia variedad de vinos tintos, blancos y rosados, que destacan por su carácter distintivo y su elegancia. Estos vinos reflejan el terruño único de La Rioja y se elaboran utilizando técnicas tradicionales de vinificación combinadas con tecnología moderna.
Los vinos de Castillo de Sajazarra son apreciados tanto a nivel nacional como internacional por su calidad y su capacidad para expresar la autenticidad y la tradición de la región de La Rioja. Son una excelente opción para aquellos que buscan disfrutar de la rica herencia vinícola de esta zona histórica de España.
El castillo presenta un estilo arquitectónico gótico y renacentista, con elementos defensivos como torres, almenas y un foso. En su interior, alberga un patio central rodeado de galerías y diversas estancias, incluyendo salones de época, capillas y dependencias residenciales.
A lo largo de los siglos, el Castillo de Sajazarra ha pasado por diferentes manos y ha sufrido diversas modificaciones. En la actualidad, está en manos privadas y se utiliza como residencia privada y para la organización de eventos culturales y sociales.
El Castillo de Sajazarra es un importante símbolo del patrimonio histórico y cultural de La Rioja y una visita obligada para los amantes de la historia y la arquitectura medieval. Su impresionante estructura y su rica historia lo convierten en un destino turístico fascinante en la región.
El paso de los años afecta a su estado de conservación: sus muros comienzan a convertirse en vestigios, la bóveda se viene abajo, las piedras se caen unas sobre otras, en sus jardines crecen zarzales…
La ciudadela llora… recordando mejores tiempos, recuerdos de otrora…
La espera mata y el silencio aturde… pero en el año 1970 vuelve a ser reconstruido. Gracias a la familia Líbano que adquiere la propiedad y la restaura para que vuelva a brillar con luz propia y recuperar su imagen pasada.
Consiguiendo que pueda presumir de ser uno de los castillos mejor conservados de toda La Rioja. Devolviendole su esplendor de antaño y transformándola en una de las fortalezas más bellas y mejor conservadas de nuestro tiempo.
En las mazmorras del mismo aparecen diferentes elementos muy antiguos vinculados a la elaboración del vino: tinas, lagares, prensas…
Así la familia comienza a elaborar su propia producción de vino: primero para su propio consumo y después como actividad comercial para el uso y disfrute de todos aquellos que deseen probarlo. Continuando con la tradición vitivinícola del castillo.
Así fue como gracias a esta familia, los antiguos muros del castillo dejan de sollozar por tiempos pasados.
Y como gracias a ellos todos los habitantes de la zona y de sus aledaños, incluso de las tierras más lejanas… Pueden degustar y deleitar sus exquisitos vinos y así… Por y para siempre… Ser felices y comer perdices…
Y colorín, colorado… Este cuento se ha acabado.