Manhattan: Nos gustan los cócteles, nos gustan el cine y las series, así que vamos a hacer un repaso a las principales bebidas que se toman en nuestras series y películas favoritas. Hoy, Con faldas y a lo loco.
Época de la Ley Seca (1920-1933) los músicos Joe (Tony Curtis) y Jerry (Jack Lemmon) presencian «la masacre de San Valentín» en el Chicago de 1929.
Como no encuentran trabajo y la mafia los persigue, deciden vestirse de mujeres y tocar en una orquesta femenina. Joe (Curtis) para conquistar a Sugar Kane (Monroe), la cantante del grupo, finge ser un magnate impotente; mientras tanto, Jerry (Lemmon) es cortejado por un millonario que quiere casarse con él.
El hilo conductor pasa por las actuaciones de la extraña pareja en varios bares clandestinos, donde la bebida de moda era el Manhattan seco (en inglés, Manhattan Dry). Se prepara con vermú seco y se adorna con una rodaja de limón.
En las décadas de 1930 y 1940 con el esplendor del cine de Hollywood, se convirtió este cóctel en una bebida varonil, famosa y cosmopolita, al ver en las películas a algunos de los actores más importantes de la época en papeles de mafiosos, ejecutivos o casanovas beberlo.
Hoy en día es un cóctel internacional que se consume principalmente como aperitivo y se encuentra en la carta de muchos bares, por eso en nuetsro segmento de Con faldas y a lo loco hemos querido traerte esta receta.
En las décadas de 1930 y 1940, con el deslumbrante esplendor del cine de Hollywood, el Manhattan se elevó a la categoría de una bebida varonil, icónica y cosmopolita.
Su presencia en la pantalla grande era omnipresente, ya que los espectadores veían a algunos de los actores más destacados de la época disfrutando de este exquisito cóctel en roles que encarnaban la sofisticación y el glamour.
Ya sea interpretando a mafiosos astutos, ejecutivos poderosos o casanovas seductores, la imagen del Manhattan en manos de estos personajes contribuyó a su estatus de símbolo de elegancia y distinción.
Hoy en día, el Manhattan ha trascendido las fronteras de Hollywood para convertirse en un cóctel verdaderamente internacional. Es apreciado y consumido en todo el mundo, especialmente como aperitivo, y su presencia en la carta de numerosos bares es casi una garantía.
Desde los locales más exclusivos hasta los rincones más acogedores, el Manhattan sigue siendo una opción popular para aquellos que buscan un toque de refinamiento en su experiencia de bebida. Su legado perdura a través de las generaciones, manteniendo su posición como una de las bebidas más emblemáticas y atemporales de la coctelería clásica.
El experto en cócteles Simon Difford dice que «los orígenes del Manhattan se han perdido en el tiempo». Al parecer, ya en 1882 el periódico The Democrat hablaba de un cóctel de whisky, vermú y bíter que estaba de moda, conocido por los nombres de «Turf Club», «Jockey Club» y «Manhattan».
Añade también constancia de cita del Manhattan en un libro de 1884, y que un artículo de 1945 decía que ya aparecía en una guía de bares de 1860.
Lo más probable, según Difford, es que, aunque los primeros libros sobre bares sólo hablaban de whisky a secas, la receta original se hiciera con whisky de centeno, que era el más habitual en Nueva York. También señala que aunque actualmente es común usar bourbon los puristas comienzan a recuperar el whisky de centeno.
Nuestra receta especial de Con faldas y a lo loco:
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- 5 cl. de whisky de centeno o whisky canadiense
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- 2 cl. de vermú rojo
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- 1 gota de angostura
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- Los ingredientes se añaden en una vaso de mezcla lleno de hielo, y debe mezclarse bien. Se sirve sin hielo, en una copa de martini fría, adornado con una guinda al marrasquino.
Instrucciones:
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- Con ayuda de la cuchara mezcladora removemos bien hasta que veamos que todo se vuelve de un único color; seguidamente con ayuda del colador lo servimos en una copa de cóctel previamente enfriada y lo adornamos con la guinda y la piel de naranja.
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- Para enfriar la copa basta con ponerle dos o tres cubitos de hielo y retirarlos en el momento de servir el cóctel.
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- Decorar con una aceituna y una espiral de corteza de limón.
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