Hola amigos y bienvenidos a nuestro espacio para hablar de cosas curiosas y un momento agradable acerca del primer vistazo al vino.
Yo sé, mirar el vino es como el amor a primera vista, perfecto y en esta primera fase podemos obtener pistas acerca de la personalidad que tenemos en copa. No hay que esforzarse en tratar de leer las lágrimas y la capa de una copa de vino como si de un pergamino se tratase, en segundos puedes averiguar lo necesario al mirarlo.
Si bien, existen condiciones que afectan a la vista, te daré consejos para que puedas afrontar la fase visual de la cata sin caer en errores a causa de mala iluminación… La iluminación es imprescindible y si es natural mucho mejor ya que la luz artificial incrementa las tonalidades azules o amarillas, necesitamos también un fondo blanco sobre el que inclinaremos la copa para apreciar su color y tono.
La importancia de esta fase es detectar anomalías en el color aunque no afecte en nariz o en boca puede o no que sea un defecto, lo mejor será conocer el origen de la turbidez del vino
Existen variables con las que cataremos un vino que va desde la claridad, tonalidad de color, intensidad de color y fluidez. Con técnicas de clarificación de hoy en día es posible hacerlo de más afectándolo y haciendo un vino carente de personalidad.
Variables para la lectura del vino
La claridad del vino suele ser más permisivo y más cuando sea por presencia de sedimentos que son cristales debido a la precipitación de bitartrato potásico, derivado del ácido tartárico presente naturalmente en la uva.
La intensidad del color se clasifica de alta, media y baja, ya que igual existen factores que pueden afectar nuestra apreciación no es necesario darle mucha importancia ya que es tan simple como tener un examen de la vista, si lees un texto a través es que tiene capa baja, si tienes que adivinar las palabras es que tiene capa media y si vez menos que un topo es que tiene capa alta.
La tonalidad en el color es un factor muy importante del que podemos sacar más características acerca del vino, en los vinos tintos el ribete pasa de un color violáceo a anaranjado conforme avanza su edad y es porque los antocianos tienen tonos azulados que al combinarse con el mosto del vino da tonos morados claros y al oxidarse toma colores anaranjados. En los vinos blancos es mejor mirar el color central del vino y si es joven destacara en amarillo pajizo hacia lo transparente, colores intensos es para vinos que ya hayan sido sometido a crianza en madera.
La fluidez podríamos denominarla por las “lagrimas” formadas, sus características van desde el número, grosor y velocidad de desplazamiento y nos dará su graduación alcohólica aparente.
La cata visual da pocas pistas acerca del vino y así como el amor a primera vista en vez de esforzarnos en leerlo centrémonos en disfrutarlo, ya que no podrás leer los momentos inolvidables que nos dará el vino.
Salud!