Hoy os presentamos a Viña da Cal, el resultado del trabajo de varias generaciones en el cultivo de la viña y la elaboración de vinos.
Las cepas de Viña da Cal se agarran a una tierra regada de una tradición centenaria que, sin embargo, hace quince años se quiso renovar para estar a la altura de los tiempos actuales.
La clave del renacimiento de Viña da Cal radica en la replantación de las variedades antiguas que una vez otorgaron gran renombre a los vinos de la región en el siglo XVI. Con un renovado equipo y una dedicación constante, la bodega adoptó tecnologías modernas como el acero inoxidable y las barricas de roble para fermentar la esencia de la uva.
En 2012, bajo la dirección técnica del enólogo Pablo Estévez, Viña da Cal presentó al mundo sus exquisitos vinos, siendo recibidos con entusiasmo por el público. El Vino Tinto Alter, elaborado principalmente con Brancellao y Sousón, destaca por su genuinidad y elegancia, sometido a rigurosos estándares de calidad que lo hacen un verdadero placer sensorial y perfecto para maridar.
Por otro lado, el Vino Blanco Alter, elaborado con Treixadura y Godello, refleja la apuesta de la bodega por la excelencia, siendo un verdadero manjar vinícola. La calidad de los vinos de Viña da Cal es respaldada por su meticulosa elaboración, lo que garantiza una experiencia sensorial única y memorable en cada copa.
En relación con el concepto de «vinatero», este término se refiere a alguien que tiene conocimientos y experiencia en el mundo del vino, especialmente en la cata y apreciación de sus características. En este contexto, los vinos de Viña da Cal son apreciados por los entendidos y aficionados por su calidad y refinamiento, lo que los convierte en una elección excepcional para cualquier ocasión.
El renacimiento de Viña da Cal es un ejemplo notable de cómo la combinación de tradición y modernidad puede dar lugar a vinos excepcionales que encantan a los paladares más exigentes. Al recuperar las variedades antiguas que una vez hicieron famosos a los vinos de la región, la bodega no solo honra su legado histórico, sino que también revitaliza el patrimonio vitivinícola local. Este enfoque en la autenticidad y la identidad regional se refleja en cada botella que sale de sus instalaciones.
El papel del enólogo Pablo Estévez es fundamental en este proceso de transformación. Con su experiencia y conocimiento, Estévez lidera el equipo técnico de Viña da Cal para garantizar que cada vino alcance su máximo potencial. Su dedicación y pasión por el vino se traducen en una atención meticulosa a cada detalle del proceso de vinificación, desde la selección de las uvas hasta el embotellado final.
El Vino Tinto Alter, con su predominancia de Brancellao y Sousón, es un ejemplo perfecto de la filosofía de calidad de la bodega. Este vino, con su carácter genuino y elegante, refleja el cuidado y la dedicación que se invierten en cada etapa de su elaboración. Cada sorbo revela capas de sabores complejos y matices, creando una experiencia sensorial que cautiva y deleita.
Por su parte, el Vino Blanco Alter, elaborado con Treixadura y Godello, es un testimonio del compromiso de Viña da Cal con la excelencia enológica. Su frescura y viveza en boca lo convierten en una elección perfecta para acompañar una amplia variedad de platos, desde mariscos frescos hasta platos de cocina internacional. La calidad y consistencia de este vino lo han convertido en un favorito entre los amantes del vino de todo el mundo.
En conclusión, Viña da Cal ha logrado revivir la gloria de los vinos de la región mediante la combinación de variedades antiguas, tecnología moderna y un compromiso inquebrantable con la calidad. Con vinos como el Tinto Alter y el Blanco Alter, la bodega ha demostrado su capacidad para cautivar a los amantes del vino con experiencias sensoriales excepcionales, marcando un nuevo estándar de excelencia en la industria vitivinícola.